Me gusta Manizales, no por los empresarios pedantes que
generan círculos enquistados de poder y no asumen sus responsabilidades frente
a sus acciones y omisiones, sino por las miles de personas de Fátima, La
Sultana, La Enea, Malhabar, San Cayetano, etc,
que trabajan honestamente para sacar a sus familias adelante.
Me gusta Manizales, no por el politiquero soberbio y déspota
que gestiona su vanidad y engorda sus intereses desde el piso 16 sin hacer nada
por los problemas más graves de la ciudad, sino por el líder que lucha por los
intereses de su barrio o comuna con la esperanza de que algún día todos sus
vecinos vivirán mejor.
Me gusta Manizales, no por los caníbales que envidian el
progreso de los demás y tratan de destruir a su prójimo con chismes, intrigas y conspiraciones, sino por los emprendedores
que diariamente, desde su oficina en Juan Valdez o Bon Pan, sacan sus sueños
adelante pensando en construir una ciudad pujante e innovadora.
Me gusta Manizales, pero no por las pseudomillonarias de encopetados
peinados que miran a los demás por encima del hombro, sin más tarima que sus rimbombantes
y rancios apellidos y cuyo único título nobiliario es una amarillenta acción
del aburrido Club Manizales, sino por señoras como mi madre, que aunque se
quejan todo el día por el frio y nunca han ido a Europa, ven en Manizales el mejor
lugar del mundo para vivir y expresan sencillez en su mirada.
Me gusta Manizales, no por los que desde una cancha de golf planearon irresponsablemente, se lucraron
indebidamente y dejaron tirados los proyectos de desarrollo de la ciudad, sino
por aquellos que todavía creemos que las cosas pueden cambiar pues tenemos la
mejor ciudad del mundo.
Me gusta Manizales, por las milhojas de La Suiza, las obleas
de Chipre, el Kumis de Milán, los pasteles Kuki , sus Universidades y sus 30000
universitarios, sus empinadas calles, sus atardeceres, su neblina, sus hermosas mujeres y tantas cosas buenas que ofrece nuestra ciudad.
Me gusta Manizales, y me gusta hablar de ella, pensar sobre
ella, criticar, retar y cuestionar a los que se consideran dueños de ella y
porque no, actuar para que pasen cosas diferentes en ella.
En este espacio, periodistas e interesados en Manizales, y
obviamente en Caldas, estaremos expresando opiniones, no solamente para generar
carranchil en la piel, sino también para tocar la fibra y generar movimientos
que cambien algunas de las cosas que se han anquilosado en nuestra ciudad…cosas
que podemos cambiar pues la ciudad es de todos.
Escriba, yo se que a usted, también le gusta Manizales.
